CHANCHONADA 174º
Hincar codos.
Vamos
a recordar el “vía crucis” legislativo en materia educativa, a nivel de España,
no lo vamos a complicar con la legislación de cada Comunidad Autónoma.
Hasta
1980 permaneció plenamente vigente la
Ley 14/1970, de 4 de agosto,
General de Educación; la popular EGB. Ese año, la Ley
Orgánica
5/1980, de 19 de junio, reguló el Estatuto de Centros Escolares,
viéndose afectada por la
Sentencia del Tribunal Constitucional de 13 de febrero de
1981.
La
ley anterior es derogada por la
Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio,
Reguladora del Derecho a la
Educación, sobre la que se pronunció, en recurso previo de
inconstitucionalidad la STC
77/1985, de 27 de junio.
Esta
ley fue modificada por la registrada como Ley
Orgánica 2/2006, de 3 de mayo de Educación, que, además, derogó las
siguientes normativas legales: Ley
Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema
Educativo, Ley Orgánica 9/1995,
de 20 de noviembre, de Participación, Evaluación y Gobierno de los Centros
Docentes y Ley Orgánica 10/2002,
de 23 de diciembre, de Calidad de la Educación y la normativa sobre la Formación Profesional
se regula por Ley Orgánica 5/2002,
de 19 de junio.
Para
hacer unas cuentas con los dedos (de esas que no saben hacer los políticos
españoles): en 35 años de democracia
hemos elaborado y puesto en práctica 7 Leyes Orgánicas para regular la
educación; o sea una nueva Ley cada 5 años. Por lo tanto es evidente
que habrá alumnos que a lo largo de su etapa escolar habrán pasado como mínimo
por tres leyes escolares; muchas de ellas con normas contradictorias con la
anterior.
Si
revisamos todo el proceso de estos 35 años, vemos que los siguientes hechos.
A) El nivel
educativo y de conocimientos ha ido empeorando, sobre todo con las últimas reformas.
B) La gestión de la educación y su aplicación práctica
está en manos de las Comunidades Autónomas, pero nunca asumirán las culpas y
responsabilidades de sus nefastas gestiones. La culpa siempre es del ministro
de turno.
C) En estos 35 años el ratio del número de alumnos por
profesor se ha reducido en un 50%; pasando de 43 alumnos por profesor a 21
alumnos por profesor. Pero en cambio esto no se ha traducido en una mejora de
los resultados académicos y de la calidad. ¿Algo
tendrán que ver los profesores?, pues al tener a menos alumnos, deberían
formarlos mejor,… pero no está sucediendo así, ¿por qué?
D) El nivel de exigencia en conocimientos a los alumnos
ha caído en picado. Lo normal es que superen los cursos aunque no tengan los
conocimientos; a esto le llaman “progresar
adecuadamente”, en nuestra época a esto lo llamaban SUSPENSO.
E) El nivel del trabajo educativo del material ha
empeorado, pero el precio se ha encarecido; un libro que antes estaba dedicado a
alumnos de 14 años, ya los trataban como adultos; ahora ese material dirigido a
personas de la misma edad, los tratan como niños.
F) El nivel
de compromiso de los padres ha empeorado de una manera alarmante; antes los padres te “incentivaban” a estudiar y a
tener buenos resultados; ahora esos chicos y chicas ya son padres, pero no
“incentivan” a su prole en el camino del esfuerzo, ni del sacrificio, ni de la
educación, ni de la responsabilidad,… Estamos formando una generación
de auténticos inútiles.
Sigo
sin entender porque a los alumnos de hoy no se les puede censurar en público
(darles una bronca delante de sus compañeros), no se les puede exigir más
trabajo educativo (deberes para casa),… los alumnos se han vuelto intocables, a
cambio de nada; de ser peores, más vagos, más ignorantes,… En nuestra opinión
esto no está bien, vamos por mal camino y debemos dar marcha atrás y cambiar
todo esto que no funciona. Ya se encontrarán estos jovencitos con la verdadera
realidad de la vida real; en una entrevista de trabajo no le dirán progresa
adecuadamente, le dirán: ¡NO!
También
habrá que hablar de la profesionalidad de los docentes actuales. Hasta no hace
muchos años, los profesores en España era unos profesionales mal pagados,
pasaban hambre, tenían unos medios materiales muy escasos y que se renovaban
cada 20 años,… aulas llenas de alumnos, pasando frío, con libros que pasaban
por varias generaciones de hermanos y primos. Pero aquellos profesores se
ganaron el cariño de muchos alumnos, de unos pobres padres,… formaron a las
generaciones que fueron levantando este país atrasado y mayoritariamente
analfabeto, que hicieron el salto industrial, que modernizaron las
infraestructuras, que paso de exportar mano de obra barata a exportar mano de
obra cualificada.
¡Quien
ha visto aquel instituto de 1.987!, los alumnos iban a pié, al igual que la
mayoría de los profesores, unos pocos alumnos privilegiados tenían una
motocicleta, unos pocos profesores tenían coche,… Aquellas instalaciones sin
calefacción, sin biblioteca, sin aula de estudio, sin laboratorios,… era el
mismo lugar que hoy ocupa el Conservatorio Municipal,…
Son
importantes los medios materiales, técnicos, económicos,… si. Pero, lo más importante son dos cosas muy
básicas desde hace miles de años: PROFESOR y ALUMNO:
el primero debe transmitir los conocimientos y formar como persona; el segundo
debe aprender, esforzarse y respetar a este. Por desgracia, esta ecuación
milenaria en España está fallando desde finales de los 90.
Por
desgracia también tenemos el juego político dentro de nuestro sistema
educativo; uno lo usan como sus centros de “adoctrinamiento” para formar a
alumnos-votantes, y otros quieren que el sistema público no avance, pues sus
hijos estudian en colegios privados,… y si este sistema fracasa, en el futuro
más próximo sus hijos no tendrán competencia, para acceder a buenos puestos de
trabajo. ¿Quién pierde con todo esto?, toda la SOCIEDAD.
Por
desgracia, nuestros alumnos ya no saben que es eso de “hincar codos”.
Mirador do Monte Ancos, a 06 de Decembro do 2.013.
Ignacio Cuento Largo. Profesor
de la Facultad
de Literatura de la
Universidad de Las Torres de las Cotillas (Murcia; España)
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