domingo, 20 de octubre de 2013

Mande usted


CHANCHONADA  151º

Mande usted.



Desde hace tiempo es muy usual en España que cuando reclamas la atención de alguien te responda con un: ¿qué?. Pero cuando éramos chicos recordamos que en nuestra familia y en otras, lo normal y educado era responder con un: ¡mande usted!. Pero luego por la parodias de algunos humoristas han transformado esta expresión del “mande usted” en algo propio de paletos y gentes ignorantes. Pero allende el “charco”, por tierras americanas lo normal, usual y lo correcto es responder con un “mande usted” o con el término más familiar de “mandé”; por aquellas tierras nuestro “¿qué?” suena descortés y muy brusco.

Lamentablemente la expresión “mande usted” debe estar en vías de extinción del vocabulario; pero no estaría mal que aquellas personas que están cara al público, por lo menos fuesen más educadas y corteses; ¿tanto les cuesta decir buenos días, buenas tardes,...?

Hoy vamos hablar de cierta metamorfosis que suelen experimentar ciertos empleados a lo largo de su vida laboral, ciertos empleados de nuestras Administraciones.

1º) En la fase de precariedad laboral; son personas currantes, de un elevado compañerismo, muy sumisos a las órdenes de los superiores, tiene una gran laboriosidad y son inmunes a las bajas médicas, pues tiene una gran salud, nunca faltan al trabajo, son puntuales,...

2º) Tras alcanzar la fijeza; una buena parte de los anteriores cambian radicalmente en unos pocos meses. La laboriosidad se transforma en escaqueo, a no ser que sea recompensada con una generosa paga de productividad; la actitud servil hacía los superiores se transforma en arrogancia e insolencia (lo mismo que para los ciudadanos a los que sirve). Finalmente aquella salud de hierro desaparece y se entra en una fase de continuos achaques, contagios, enfermedades,... que le obligan a coger una y otra baja, que siempre acaban en el inicio de las vacaciones, y se retoman tras finalizar el período de descanso.

3º) Los ascensos profesionales. Lo normal es que se les suban “los galones a la cabeza”, especialmente con los compañeros de trabajo, que hasta hace unos años compartían el mismo escalón inferior. Se cambia la solidaridad con esos compañeros de trabajo, por la amistad interesada con aquellos que tienen cargos de representación pública,... pues por una “extraña casualidad” ambos descubren que tienen intereses muy parecidos y próximos.

No siempre que se dan estas tres fases, hay empleados públicos que no sufren esta metamorfosis,... pero por desgracia en nuestros ayuntamientos deben ser los menos, pues la mayoría pasa por este proceso.

Sobre el proceso de metamorfosis poco podemos hacer nosotros los ciudadanos, son cosas muy íntimas y de la calidad personal de cada uno. Pero si que está en las manos de nuestras autoridades locales y empleados públicos ser más educados, corteses y atentos a la hora de prestar sus servicios. Ellos están para servirnos; pero creemos que muchos aún piensan que son una clase especial y privilegiada, ante la cual los ciudadanos debemos rendir pleitesía y humildad.

Comprendo que dentro de su jornada laboral, tienen derecho a un pequeño descanso para tomar un café, bocata,... Pero no entiendo que dejen plantado allí a un ciudadano sin atenderlo por ser la hora del café. ¿Qué es más importante el café o atender el ciudadano?; ¿realmente es necesario que salgan todos en estampida a tomar el café?, ¿tan difícil es arbitrar un sistema de turnos durante el receso del café?


Mirador do Monte Ancos, a 20  de Outubro do 2.013.

Bautista  do Rio  Jordan.  Pastor y predicador anabaptista (Divinopolis; Minas Gerais; Brasil)


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