CHANCHONADA 151º
Mande usted.
Desde
hace tiempo es muy usual en España que cuando reclamas la atención de alguien
te responda con un: ¿qué?. Pero cuando éramos chicos recordamos que en nuestra
familia y en otras, lo normal y educado era responder con un: ¡mande usted!. Pero luego por la parodias
de algunos humoristas han transformado esta expresión del “mande usted” en algo
propio de paletos y gentes ignorantes. Pero allende el “charco”, por tierras
americanas lo normal, usual y lo correcto es responder con un “mande usted” o
con el término más familiar de “mandé”; por aquellas tierras nuestro “¿qué?”
suena descortés y muy brusco.
Lamentablemente
la expresión “mande usted” debe estar en vías de extinción del vocabulario;
pero no estaría mal que aquellas personas que están cara al público, por lo
menos fuesen más educadas y corteses; ¿tanto les cuesta decir buenos días,
buenas tardes,...?
Hoy
vamos hablar de cierta metamorfosis que suelen experimentar ciertos empleados a
lo largo de su vida laboral, ciertos empleados de nuestras Administraciones.
1º)
En la fase de precariedad laboral;
son personas currantes, de un elevado compañerismo, muy sumisos a las órdenes
de los superiores, tiene una gran laboriosidad y son inmunes a las bajas
médicas, pues tiene una gran salud, nunca faltan al trabajo, son puntuales,...
2º)
Tras alcanzar la fijeza; una
buena parte de los anteriores cambian radicalmente en unos pocos meses. La
laboriosidad se transforma en escaqueo, a no ser que sea recompensada con una
generosa paga de productividad; la actitud servil hacía los superiores se
transforma en arrogancia e insolencia (lo mismo que para los ciudadanos a los
que sirve). Finalmente aquella salud de hierro desaparece y se entra en una
fase de continuos achaques, contagios, enfermedades,... que le obligan a coger
una y otra baja, que siempre acaban en el inicio de las vacaciones, y se
retoman tras finalizar el período de descanso.
3º)
Los ascensos profesionales.
Lo normal es que se les suban “los galones a la cabeza”, especialmente con los
compañeros de trabajo, que hasta hace unos años compartían el mismo escalón
inferior. Se cambia la solidaridad con esos compañeros de trabajo, por la
amistad interesada con aquellos que tienen cargos de representación pública,...
pues por una “extraña casualidad” ambos descubren que tienen intereses muy
parecidos y próximos.
No
siempre que se dan estas tres fases, hay empleados públicos que no sufren esta
metamorfosis,... pero por desgracia en nuestros ayuntamientos deben ser los
menos, pues la mayoría pasa por este proceso.
Sobre
el proceso de metamorfosis poco podemos hacer nosotros los ciudadanos, son
cosas muy íntimas y de la calidad personal de cada uno. Pero si que está en las manos de nuestras
autoridades locales y empleados públicos ser más educados, corteses y atentos a
la hora de prestar sus servicios. Ellos están para servirnos; pero
creemos que muchos aún piensan que son una clase especial y privilegiada, ante
la cual los ciudadanos debemos rendir pleitesía y humildad.
Comprendo
que dentro de su jornada laboral, tienen derecho a un pequeño descanso para
tomar un café, bocata,... Pero no entiendo que dejen plantado allí a un
ciudadano sin atenderlo por ser la hora del café. ¿Qué es más importante el café
o atender el ciudadano?; ¿realmente es necesario que salgan todos en estampida
a tomar el café?, ¿tan difícil es arbitrar un sistema de turnos durante el
receso del café?
Mirador do Monte Ancos, a 20 de Outubro do 2.013.
Bautista do Rio
Jordan. Pastor y predicador anabaptista (Divinopolis;
Minas Gerais; Brasil)
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