CHANCHONADA 51º
Mafia municipal
Una de las
acepciones de la palabra “mafia” en el diccionario de la RAE es la siguiente: “grupo
organizado que trata de defender sus intereses”. Por supuesto, también existen las mafias en la Administración Local. El “modus
operandi” de esos grupos organizados que proliferan en las Entidades Locales
suele mantener la siguiente trayectoria:
)))))Se
empieza por cosas de poca monta y se va observando hasta dónde se puede llegar,
para ver donde está el límite; tras la impunidad inicial, la actividad va
creciendo, en principio poco a poco y después a más velocidad, hasta llegar a
actuar con el tiempo con la más absoluta desfachatez e impunidad. Así, hasta
que haya la suerte de que los componentes del grupo den con sus huesos en la
cárcel o en la inhabilitación. Por desgracia este final feliz tiene lugar en
muy pocas ocasiones, ya que lo normal es que se
perpetúen en el tiempo, riéndose de todos e incluso prolongando el negocio al
“meter” a sus descendientes en la Entidad.((((
A grandes rasgos,
se pueden distinguir 3 tipos de
mafias en la
Administración Local: las de políticos, las de empleados
públicos y las mixtas de políticos con de empleados públicos a la vez.
1º) Las mafias de políticos están
formadas exclusivamente por miembros electos de la Corporación, de otras
vecinas, e incluso de otras superiores, como las Diputaciones.
En estos casos, el papel de los empleados públicos que puedan estar en el
“ajo”, se reduce al de meros colaboradores necesarios, vulgarmente conocidos
como “quita-vergüenzas” o “comemierdas”,
y sus acciones u omisiones responden al miedo, o a la necesidad de tapar a su
vez otras faltas suyas ajenas al “negocio”, pero todo ello sin formar parte de
la organización; estos “comemierdas”
son meros peones y muchas veces prescindibles del juego mafioso de los
políticos locales. Todos conocemos a algún “comemierda” que trabaja en
alguno de nuestros ayuntamientos, pero no es necesario poner nombre, su
desgracia es que son conocidos, y por desgracia un “comemierdas” nunca será un profesional de provecho para la Administración.
Dado el enorme
poder de que disfruta la clase política, esta
especie de mafia puede ser a su vez muy poderosa, pero como
contrapartida suele ser de existencia más o menos efímera debido a las
turbulencias propias de los enfrentamientos internos entre ellos; es la lucha
por el poder dentro de los partidos. En los partidos más fuertes puede también
darse el caso que las altas esferas, siempre que no estén implicadas en lo
mismo, acaben por prescindir de los “servicios” prestados e incluso promuevan
indirectamente las acciones judiciales oportunas para terminar con el clan.
2º) La mafia de empleados públicos,
es el que se ha llamado tradicionalmente mafia funcionarial. Esta clase de
mafias es más peligrosa que la de políticos, dada su mayor destreza como
conocedores del “oficio” y su mucha mayor duración temporal, pues
no están sujetos a los vaivenes propios de la vida política y actúan
cualesquiera que sean los cambios de partido gobernante. Esta clase de mafiosos son “hombres de corcho” que flotan en todas
las situaciones. En estos casos, los papeles se invierten con respecto
a lo antes hablado, y aquí es el político el que, sin formar parte del grupo,
es el colaborador necesario, aquejado de amnesia selectiva si se descubre
alguna vez el “pastel”, son los llamados “políticos anzuelo”.
A nivel de política local, de nuestra
comarca del Baixo Miño, de este tipo de “políticos anzuelo” tenemos varios
ejemplos, no vamos a poner nombre, ni localidades, pero suelen llevar en la
vida pública +15 años, ya sea en el mismo partido o en otras formaciones.
La mafia de empleados públicos no suelen salir en los
medios de comunicación. Pero
tienen una pauta fácilmente reconocible: heredar el “negocio” a sus generaciones
posteriores que también son empleados públicos. Esta clase de mafia es casi imposible de
erradicar, pues suele estar muy arraigada en la entidad local, pues es muy frecuente que
controlen directa o indirectamente los órganos de selección del personal;
sobre todo después de los cambios introducidos con la EBEP, Ley 7/2.007. Cuentan
con el corporativismo de sus compañeros, amigos que son delegados sindicales y
los favores de los “políticos anzuelo”, con lo cual nunca tienen expedientes
sancionadores, se tapan los negocios,… nada trasciende al público y se mantiene
la impunidad.
3º) Las mafias mixtas de políticos y
de empleados públicos a la vez, rompen todos los moldes y superan con creces a
las dos categorías anteriores. Cuando se oye a otro empleado
público, generalmente funcionario, decir algo así como que el Alcalde o tal
concejal “es muy amigo mío”. ¡¡Alarma!!. Eso puede significar una de dos cosas:
que estamos ante un miembro de este grupo mafioso, o de momento es un
colaborador de estos, con opciones a estar integrado. Pero una cosa está clara,
¡¡ya huele a podrido!!
En este tipo de
formación mafiosa mixta, el “dominante” suele ser el
componente empleado público, por su mayor experiencia y permanencia en el
“negocio”. Desde el
punto de vista de la ética profesional este tipo de mafia es la más repugnante.
Normalmente, a la cabeza de las organizaciones mafiosas del tipo 2º y 3º,
suelen estar dirigidas y encabezadas por funcionarios de habilitación nacional:
secretarios e interventores. El habilitado nacional, debe
defender la legalidad ante los programas políticos, e incluso
pese a una mal entendida eficacia, ya que si bien es cierto que se debe
procurar un equilibrio entre legalidad y eficacia, la legalidad debe primar siempre para este profesional.
¿Cómo se puede
acabar con todo esto o evitar que surjan estas mafias?. Es muy difícil acabar con ellas, algo se puede
intentar desde el factor funcionarial, también desde los políticos honrados y
desde los ciudadanos. Hay ocasiones
en que basta con una sola persona para que se desbarate una operación e
incluso, a una organización. Por ejemplo, en una mesa de contratación,
o en un órgano de selección puede bastar con que haya un solo funcionario
honrado que no esté en el “ajo”, para dar al traste con el desaguisado mafioso.
Con un político honrado que haga
transparente la información pública, que antes se escondía para
beneficio de unos pocos, y así sea de conocimiento de los ciudadanos, para que
luego estos sean críticos con sus políticos y funcionarios locales.
Tres serían las
direcciones a seguir en este sentido, para ir destruyendo a estas mafias que
corrompen nuestras Administraciones Locales:
A)
Que se empleen
con seriedad y transparencia los sistemas de selección de personal y de
provisión de puestos, optando por los mejores aspirantes; y no por los
amigos-paisanos-parientes-correligionarios-“coleguillas” de los políticos y
funcionarios. Pues por aquí es por donde entran los descendientes-herederos de
los tipos mafiosos 2º y 3º y también se cuelan algunos futuros “comemierdas”.
B)
Establecer unos
conceptos retributivos justos y objetivos, desapareciendo las “productividades”; que todos sabemos lo que realmente pagan, los
favores de los funcionarios “comemierdas”.
C)
Aplicar un
régimen disciplinario tan riguroso como justo, que ayude un poco a sanear el ambiente.
No es una utopía, todo lo que se acaba de decir cuenta con
su respaldo jurídico, ahí está las leyes de la función pública y el Código
Penal; pero hay que ser realistas, para poner en práctica estas medidas
hay que contar con mayor o menor intensidad con los políticos… para lograr la
implicación de estos en la tarea de limpieza. No son válidos los que ya llevan años ejerciendo cargos dentro de la Administración
Local, pues de manera directa, o indirecta ya están dentro
del entramado mafioso, se
necesita “sangre nueva” para esta operación.
Saludamos
y animamos a nuestros jóvenes concejales que luchan contra estas mafias
municipales; les decimos que no
luchan contra molinos de viento, pelean contra auténticos gigantes; Nuestros
ánimos van especialmente dirigidos al Sr. Miguel Giráldez (BNG de Oia) y a la Sra. Beatriz Estévez
(Converxencia Galega de A Guarda).
También
queremos dar un sincero agradecimiento a nuestro “profesor” por el buen hacer
de un Secretario Municipal, Sr. Miguel Ángel Gimeno Almenar
(Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid, promoción de 1975 a 1980. Ha trabajado en los
Ayuntamientos de Ayuntamiento de Alburquerque (Badajoz), Santiago-Pontones, Los
Villares, Villacarrillo y Andujar (Jaén). Actualmente
es el Secretario General del Pleno del Ayuntamiento de Ciudad Real.
Su
trabajo para nosotros es toda una lección magistral llena de profesionalidad.
Mirador do Monte Ancos, a 23 de Marzo do 2.013.
Emilio Garrote Fuerte.
Subdirector de la Oficina Jurídica
del “Centro Penitenciario El Calabozo 1º”
en Los Peligros (Granada; España)
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