No somos peores.
Seguimos con la segunda
parte del estudio realizado por Euro-barómetro; ahora vamos a
exponer cual es la actitud de los ciudadanos europeos ante la
corrupción y la confianza que tienen en ciertas instituciones:
1º) ¿La corrupción
nos afecta en la vida diaria?
España: 63% de acuerdo;
33% en desacuerdo.
Europa: 26% de acuerdo;
70% en desacuerdo.
2º) ¿En qué medida
usted cree aceptable hacer para obtener algo de la Administración
Pública?
A) Un favor a un
funcionario público: Acepta el 26% de los europeos y el 23% de los
españoles.
B) Un regalo a un
funcionario público: Acepta el 23% de los europeos y el 16% de los
españoles.
C) Dar dinero a un
funcionario público: Acepta el 16% de los europeos y el 7%
de los españoles.
D) Dar dinero a un
funcionario del Servicio Público de Salud: Acepta el 5% de los
europeos y el 1% de
los españoles.
Que una cantidad
apreciable de los políticos, altos cargos sindicales, importantes
empresarios,... practiquen la corrupción, no es lo mismo que la
actitud de los españoles; de hecho somos muy poco dados a practicar
estas malas practicas. Por lo tanto hay una gran división entre las
formas de las clases dirigentes y la de las clases medias y bajas.
Mayoritariamente los
españoles no somos corruptos; aunque lo sean una parte apreciable de
los dirigentes.
Los españoles
desconfiamos mucho de nuestra clase política y bancaria; los checos
también desconfían mucho de sus funcionarios; los holandeses
desconfían de sus funcionarios de urbanismo; los búlgaros y rumanos
no confían en sus cuerpos de policía.
En el aspecto sobre
entregar dinero a un funcionario para lograr una “agilización
administrativa”; los finlandeses
y españoles (7%) somos los menos tolerantes con esta práctica.
En cambio, los lituanos, húngaros y letones son tolerantes con ella
(+38% la toleran); los británicos y alemanes un 21% de ambos toleran
esta actitud de entregar dinero a un funcionario público, par
“agilizar” el funcionamiento de la Administración.
En el aspecto de dar
un regalo a un funcionario público, para obtener cierta
ventaja de la acción de la Administración Pública; los menos
practicantes son los finlandeses, daneses y portugueses. Los
más practicantes en dar regalos son los letones (67%), seguidos de
húngaros y lituanos. En el grupo del 16%
de tolerantes en dar regalos, están españoles, alemanes, suecos,
franceses y luxemburgueses.
En lo referente, de
hacerle un favor material o personal a un funcionario. Los más dados
son los eslovacos (68%), seguidos de húngaros y checos. Los
menos “caritativos” son los finlandeses (8%), seguidos de
daneses, suecos, portugueses. Un
23% de españoles, franceses, italianos, belgas, alemanes, británicos
u luxemburgueses hacen favores a sus funcionarios.
De acuerdo, los españoles
no somos un ejemplo de virtudes, tenemos nuestros defectos; que son
muy similares a nuestros vecinos. No somos los mejores, pero tampoco
somos los peores. No compartimos esos mensajes que dicen que la raíz
de la corrupción está en nuestra forma de ser, por ser latinos, por
ser del sur,... pues los alemanes o británicos son más proclives a
acciones de “premiar” a sus funcionarios. Debemos caminar en
mejorar como sociedad, tomar como ejemplo a los finlandeses.
Nuestro
problema está en unas élites que practican unas actitudes que no
son honestas, ni legales, ni honrosas. Ellos son el
problema, la culpa de sus pecados no es nuestra; en tal caso nuestro
deber es imponerles una penitencia por sus pecados; pues las
consecuencias de sus malas acciones si que recae sobre nosotros
Mirador
do Monte Ancos, a 11 de Outubro do 2.014.
Toribio
Verdugo de Dios.
Doctor en Teología, Universidad Pontificia de Hijos de Dios (La
Hija de Dios; Ávila; España).
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