martes, 25 de febrero de 2014

Viaje a ninguna parte



CHANCHONADA  213º

Viaje a ninguna parte.





Hoy vamos dejar de lado nuestra patria chica del Baixo Miño, pues también es necesario y muy sano dejar de admirar el ombligo propio y alzar la vista a otros sitios. Vamos a realizar un corto viaje a un lugar que “no existe”. Estamos en Kiev, en la Plaza Maidán (Maidan Nezalezhnosti), a nuestra espalda está el rio Dniéper (Dnipro) y avanzamos por la avenida de Khreschatyk, luego giramos a la derecha y subimos por la avenida de Tarasa Shvchenka, donde acaban los jardines de la Universidad, giramos a la izquierda por la calle Komitern para llegar a la Estación Central de Tren,… la cual tiene una hermosa  sala de entrada; allí cogeremos el tren que nos llevará a Odessa.

Es un largo viaje a Odessa, pasaremos muchas horas en el tren, no dudéis en aceptar algunos de los productos que os ofrezcan los pasajeros,… En una parte indeterminada del viaje, el tren sale de Ucrania y entra en un país llamado Transnistria; legalmente se autoproclama como “República Moldava Pridnestroviana”; originariamente formaba (o forma parte) de la república de Moldavia; pero por una guerra civil en 1.992 proclamo su independencia, solo que ningún país del mundo lo ha reconocido; sobre todo sus dos vecinos Ucrania y Moldavia.

Para mi hacer parada en Transnistria fue como viajar en el tiempo, me supuso por unas horas volver a vivir en el URSS, volver a la infancia,… que si la bandera, que si la heráldica y la simbología,… El problema es que nadie la reconoce, ello supone grandes problemas para el funcionamiento de la  “República Moldava Pridnestroviana”; legalmente sus pasaportes no valen para nada, así que si un ciudadano quiere viajar al extranjero necesita conseguir un pasaporte moldavo o ucraniano (tarea harto complicada o imposible); las empresas nacionales para exportar o importar, deben tener una “sede legal” en territorio moldavo o ucraniano,… Su moneda (el rublo de Transnistria) realmente solo tiene valor dentro de sus fronteras, fuera de ellas, sus billetes y monedas son un objeto curioso, un regalo de turistas,…



Aunque estamos en 2.014, realmente Transnistria es como si estuviese anclada en fechas anteriores a 1.991 (fecha de la desaparición legal de la URSS); es algo así como un “parque temático soviético” en la actualidad, pero sin actores; esto dicho sin ánimo de ofender a nadie. Claro que al ser un país que no reconoce nadie, ciertas cosas que damos por hechas son un poco difíciles,… por ejemplo, con nuestro móvil podemos viajar por el mundo y hacer uso del mismo en muchos países, activando el “roaming”,… aquí con la empresas españolas es imposible, lo más aconsejables es conseguir un teléfono de prepago de Kievstar (la principal empresa de telefonía móvil ucraniana) en Kiev y activar este servicio.

Entrar y salir de Transnistria es relativamente fácil, no necesitamos visado,… ¿Cómo conseguir un visado para un país que no existe y que no tiene embajadas?, además el Mº de Asuntos Exteriores de España aconseja no viajar a este territorio, si hay problemas estarás sin amparo dimplomático; además solo puedes entrar por tren desde Ucrania, o por autobús desde Chisnau (capital de Moldavia). Eso si, a los turistas accidentales de la Europa Occidental nos tratan muy bien, con sumo respeto, cariño y amabilidad,…  Hay que reconocer que somos unos elementos extraños a su paisaje, que no somos muy usuales,… y quieren que lleves una buena impresión de su No País.



Eso si para entrar y estar unos días en Transnistria hay que rellenar unos complejos formularios de inmigración,… si no tienes mucho tiempo, ni estás muy seguro, cuando te registras en el hotel, los empleados de recepción muy amablemente se prestan a realizar el engorroso trámite administrativo; ¡¡¡no pierdas el formulario de inmigración, pues lo debes entregar a la salida!!!.  Otra cosa que os llamará la atención es la presencia notoria de militares rusos,… hay muchos pues ellos son la “fuerza de paz” que garantiza la independencia de Transnistria.

Será muy normal que la gente por la calle os pregunte: ¿Angliesky?; la respuesta es muy sencilla: “¡¡¡Ñiet, Espansky!!!”; les causareis más admiración; os tendréis que acostumbrar a esta pregunta pues será muy habitual, llegareis a pensar que lleváis tatuado en la frente algo que dice extranjero. Ahora bien; si aquí no paramos de quejarnos de cómo están nuestras calles, los parques, las escuelas,… Si lo comparásemos con lo que allí hay, lo nuestro es de lujo y lo ellos auténtica miseria; nos sobraría material para hacer miles de artículos, solo que allí a los pocos artículos pasaríamos a residir en un “campo de reeducación civil”,…  Vais a ver grandes avenidas, donde apenas hay tráfico, los pocos coches que hay son de lujo-lujazo o si no muchos tractores, viejos trolebuses, mucho vehículo militar.


Vamos a volver al tren para seguir viaje a Odessa. Pues bien, la moraleja de este pequeño viaje, es que los ucranianos tienen muy cerca el ejemplo de lo que no quieren ser, un país que viva “protegido” por su vecino más fuerte, no quieren quedarse anclados en el pasado,… Aun queda mucho por hacer, alejar el fantasma de guerra civil y de la ruptura del país, modernizar la sociedad, el país, su administración, los servicios,…. Señores de la Unión Europea y de la Federación Rusa, por favor no jueguen con Ucrania, sean sinceros con su pueblo.

Pero esto mismo, aquí en España se puede aplicar a aquellos que proponen ciertos “experimentos políticos secesionistas”,… las cosas hay que hacerlas bien, pues hechas de manera unilateral y mal, llevan a una vía muerta que no lleva a ninguna parte; pero puestos a proponer estos “experimentos políticos” hay que explicarle a los ciudadanos TODAS  LAS  CONSECUENCIAS, no solo esas folclóricas del himno y la bandera.


Mirador do Monte Ancos, a 25  de Febreiro do 2.014.
Félix  Verdugo Inocente.  Maestro y restaurador de armas antiguas; con taller en Cadalso. (Cáceres; España).

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