CHANCHONADA 204º
Desde las alturas.
Tarde
lluviosa y ventosa, nuestro amigo y vecino Alfonso acercose al lugar de la parroquia,
donde cobijo topamos quienes a las niñas de bailes esperamos; la mesonera con
presteza escánciole el tinto riojano, y Alfonso con delicadeza la copa de tinto
acuno en su mano.
Nuestro
vecino Alfonso gondomareño de nacimiento; bien criado y formado en la villa de
Baiona; hoy vecino, residente y guardés de sentimiento; de todos es conocida la
amistad que al Alcalde le une; a nadie sorprende la conversa que al Alcalde
adulona. Pues Alfonso a las críticas a su amigo es inmune.
Pero
en esa tarde lluviosa y ventosa a todos nos sorprendieron sus críticas. Mucho
se quejaba el vecino Alfonso sobre la falta de aparcamiento; grandes son las
obras del amigo para de las calles lucimiento; y es que al despacho oficial del
amigo no llegan los ciudadanos lamentos y sus acústicas.
Hermosas
las calles recién obradas quedan, los carros y viaturas están en ellas
ausentes. Con la devoción del Santo Job donde el carro dejar todos buscamos
pacientes. Incluso nuestro vecino Alfonso ahora también padece estas cuitas;
pero al amigo no reclama las plazas de aparcamiento que me quitas.
Esa
tarde al amigo Alfonso el vino subiósele a la testa; en arameo maldecía a quien
el aparcamiento quitaba; mucho lamenta la ausencia del lugar donde su
“mercedes” dejaba. Ante tanta cuita y queja, ¡hasta la mesonera quedo
traspuesta!
Querido
Alfonso todos conocemos tu afamado mesón con “brisa de mar”; hermoso y caro
lugar, donde el trabajo del buen yantar, nunca le faltan horas en la agenda del
Alcalde para ser comensal. A tan alta local autoridad es a quien tus cuitas
debes hacer llegar, y ser del sentir popular nuestro primer corresponsal.
Ya
son más años que un lustro los que tu amigo comensal es alcalde; hermosas lucen
las rúas principales de la villa, pues otras olvidadas están. Pero las plazas
de aparcamiento nuevas caben todas dentro de un balde, muchos somos para tan
pocas que encontrarlas es trabajo de Titán.
Allí
en lo alto de la fortificada colina, donde querido Alfonso tienes alta morada;
recuerda y ten presente que este es problema que a nobles, aldeanos y villanos
preocupa. Pero para nuestra desgracia, nuestros gobernantes esto no lo ven, ni
usando gran lupa; nuestra desgraciada realidad y la suya separada están por
dorada balaustrada.
Ya
son años que las plazas para carros están menguando; a ello sumamos el oprobio
control del “reloj azul”. Las escasas plazas libres son más caras que un tesoro
dentro de un baúl; hace décadas que prometieron esta carencia solucionar, ¿y la
solución para cuándo?
Querido vecino Alfonso, la próxima vez que al
Alcalde y fiel escudero; a tu buen mesón acudan por trabajo hacer buen yantar, recuérdales
que el aparcamiento es un problema a solucionar. Pues los servicios de tan altas
autoridades a todos nos cuestan un buen dinero.
Aquí
remata este pobre versar, sobre las cuitas y desventuras del mesonero Alfonso;
buen amigo, conocedor del buen yantar y profesional del mantel. Hazle ver al
amigo, que con tan escaso bagaje su figura no acabará sobre un capitel; de
granito, mármol o bronce, no tendrá estatua ni responso.
Mirador do Monte Ancos, a 7 de Febreiro do 2.014.
Sor
Tránsito Hatas Cado.
Reverenda Abadesa e Directora do
Colegio Univesitario de Santa Viatura; Profesora de Ciencias
Políticas (Presidente Prudente; Sao
Paulo; Brasil)
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