Nunca
aprendemos.
Hoy
es un día tranquilo, todos los buques ya han abandonado nuestro
astillero; el dique está cerrado y vacío, estamos realizando las
labores normales de mantenimiento operativo del dique. El estar
dentro del dique, impone un poco; es estar caminando por una gran
zanja de 250 metros de larga, que tiene 40 metros de ancho, y una
profundidad de 12 metros, al fondo hay una gran compuerta que
contiene la presión del agua del mar,... Algunas veces nos salta un
temor interno: ¿qué pasaría si se rompe la gran compuerta?,
¿cuantos miles de metros cúbicos se abalanzarían al interior?,...
En
la parte superior del dique, dentro de una cornisa, hay tuberías que
transportan gas acetileno a todo lo largo de ambos lados del dique,
otras llevan oxígeno, otras aire comprimido, otras son cableado
eléctrico,... Toda esta infraestructura necesita su mantenimiento y
revisiones; pues son muy necesarias para trabajar en el dique.
Durante
estos trabajos, en una pequeña charla, en una corta parada para
tomar un café; nuestro tema de conversación ha sido la
mala gestión del naufragio del pesquero ruso “Oleg Naydenov” en
las Islas Canarias. El citado buque se hundió el
pasado 14 de Abril, a unas 15 millas al sur de la isla de Gran
Canaria; todo ello después de tener un incendio dentro del puerto de
Las Palmas de Gran Canaria, y ser remolcado hasta el lugar de
hundimiento.
Ahora
comienzan a llegar manchas de fuel a las playas del sur de la isla de
Gran Canaria, a las zonas de Mogán, Maspalomas,...
justamente a las zonas más turísticas de esta isla. Si no conocéis
esta isla canaria, deberíais visitarla, os recomendamos el pequeño
pueblo del Puerto de Mogán, un pueblo marinero que es toda una
hermosura. Ahora cuando vemos a esas personas vestidas con
los monos blancos, recogiendo fuel de las playas, limpiando las
rocas,... no podemos evitar
recordar unas escenas muy similares, después del naufragio del
“Prestige”.
Resulta
evidente que nuestras autoridades no aprenden. Es
evidente que aún no hay un plan para estas contingencias, ni hay
medios, ni preparación, ni nada de nada. Lo normal es tener en
todos los puertos importantes una dársena o dique preparado y
construido para estos sucesos.
Imaginemos
un gran buque que se incendia, mientras los remolcadores tratan de
apagar el incendio con su medios, se lleva el buque a la dársena o
dique, se cierra la zona con una barrera flotante, o con la compuerta
del dique. Así podemos usar los medios contra incendios de los
remolcadores, de las instalaciones portuarias, de los bomberos de la
ciudad,... si hay un derrame de combustible, aceite,... lo tendremos
controlado dentro de esta zona. Si se rompe alguna plancha del forro
en el fondo o pantoque, y el buque se hunde, acabará apoyado sobre
el fondo del puerto o posado sobre el dique, y siempre a escasos
metros de la superficie.
Una
vez controlada y sofocada la incidencia; podremos evaluar el estado
estructural del barco, repararlo, o proceder al desguace,... Pero nos
evitamos los daños medio ambientales en nuestras costas, playas,...
Claro que hay que crear todas estas infraestructuras en nuestros
puertos, preparar personal, tener medios contra incendios en
ellas,... hay que invertir en prevención.
Lamentablemente
no se ha hecho nada de esto, no aprendemos las lecciones que nos da
la vida; en vez de invertir en prevención y en preparación de
instalaciones y personal; nos gastamos los recursos económicos en
fiestas gastronómicas, en asfaltados de calles en los días previos
a las elecciones,... No podemos evitar pensar, que la mayoría de
nuestros políticos son incapaces de pensar y planificar las cosas a
largo plazo, 5, 10, 15 años o más.
Mirador
do Monte Ancos, a 28 de Abril do 2.015.
Sor
Tránsito Hatas Cado.
Reverenda Abadesa e Directora do Colegio Univesitario de Santa
Viatura; Profesora de Ciencias Políticas (Presidente Prudente; Sao
Paulo; Brasil).
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