martes, 28 de abril de 2015

Nunca aprendemos

CHANCHONADA 415º
Nunca aprendemos.



Hoy es un día tranquilo, todos los buques ya han abandonado nuestro astillero; el dique está cerrado y vacío, estamos realizando las labores normales de mantenimiento operativo del dique. El estar dentro del dique, impone un poco; es estar caminando por una gran zanja de 250 metros de larga, que tiene 40 metros de ancho, y una profundidad de 12 metros, al fondo hay una gran compuerta que contiene la presión del agua del mar,... Algunas veces nos salta un temor interno: ¿qué pasaría si se rompe la gran compuerta?, ¿cuantos miles de metros cúbicos se abalanzarían al interior?,...
En la parte superior del dique, dentro de una cornisa, hay tuberías que transportan gas acetileno a todo lo largo de ambos lados del dique, otras llevan oxígeno, otras aire comprimido, otras son cableado eléctrico,... Toda esta infraestructura necesita su mantenimiento y revisiones; pues son muy necesarias para trabajar en el dique.

Durante estos trabajos, en una pequeña charla, en una corta parada para tomar un café; nuestro tema de conversación ha sido la mala gestión del naufragio del pesquero ruso “Oleg Naydenov” en las Islas Canarias. El citado buque se hundió el pasado 14 de Abril, a unas 15 millas al sur de la isla de Gran Canaria; todo ello después de tener un incendio dentro del puerto de Las Palmas de Gran Canaria, y ser remolcado hasta el lugar de hundimiento.
Ahora comienzan a llegar manchas de fuel a las playas del sur de la isla de Gran Canaria, a las zonas de Mogán, Maspalomas,... justamente a las zonas más turísticas de esta isla. Si no conocéis esta isla canaria, deberíais visitarla, os recomendamos el pequeño pueblo del Puerto de Mogán, un pueblo marinero que es toda una hermosura. Ahora cuando vemos a esas personas vestidas con los monos blancos, recogiendo fuel de las playas, limpiando las rocas,... no podemos evitar recordar unas escenas muy similares, después del naufragio del “Prestige”.

Resulta evidente que nuestras autoridades no aprenden. Es evidente que aún no hay un plan para estas contingencias, ni hay medios, ni preparación, ni nada de nada. Lo normal es tener en todos los puertos importantes una dársena o dique preparado y construido para estos sucesos.
Imaginemos un gran buque que se incendia, mientras los remolcadores tratan de apagar el incendio con su medios, se lleva el buque a la dársena o dique, se cierra la zona con una barrera flotante, o con la compuerta del dique. Así podemos usar los medios contra incendios de los remolcadores, de las instalaciones portuarias, de los bomberos de la ciudad,... si hay un derrame de combustible, aceite,... lo tendremos controlado dentro de esta zona. Si se rompe alguna plancha del forro en el fondo o pantoque, y el buque se hunde, acabará apoyado sobre el fondo del puerto o posado sobre el dique, y siempre a escasos metros de la superficie.
Una vez controlada y sofocada la incidencia; podremos evaluar el estado estructural del barco, repararlo, o proceder al desguace,... Pero nos evitamos los daños medio ambientales en nuestras costas, playas,... Claro que hay que crear todas estas infraestructuras en nuestros puertos, preparar personal, tener medios contra incendios en ellas,... hay que invertir en prevención.

Lamentablemente no se ha hecho nada de esto, no aprendemos las lecciones que nos da la vida; en vez de invertir en prevención y en preparación de instalaciones y personal; nos gastamos los recursos económicos en fiestas gastronómicas, en asfaltados de calles en los días previos a las elecciones,... No podemos evitar pensar, que la mayoría de nuestros políticos son incapaces de pensar y planificar las cosas a largo plazo, 5, 10, 15 años o más.

Mirador do Monte Ancos, a 28 de Abril do 2.015.
Sor Tránsito Hatas Cado. Reverenda Abadesa e Directora do Colegio Univesitario de Santa Viatura; Profesora de Ciencias Políticas (Presidente Prudente; Sao Paulo; Brasil).




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