Los Bravos.
Era un hermoso domingo
estival, con una churrascada familiar,... donde estaban presentes
miembros y componentes de las diversas ramas familiares, así como
amigos extranjeros, residentes, que hemos “adoptado” como una
parte complementaria de la familia.
Como una buena comida
familiar, siempre hay una sesión de “copichuelas” de licores
especiales y al gusto de los comensales; con ellas se organizan
diversas charlas y coloquios,... Un miembro de la rama germana, nos
deleito con los típicos chistes que los alemanes hacen sobre los
polacos y sobre todo a cuenta de los austríacos,... Que por ninguna
extraña razón son muy similares a los de argentinos y
brasileños,... o sea están llenos de los típicos tópicos.
“Los alemanes dicen que
a los austríacos es imposible lavarles el cerebro, ¡¡porque no
tienen!!”... Con delicadeza y mucha sutileza, la prima vienesa;
dice que lo malo de eso, es que el más tonto de los austríacos va a
Alemania y lava el cerebro de todos los alemanes, para que hagan
barbaridades,... Todos entendimos a donde apuntaba esa sutileza tan
delicada. A los tiempos oscuros, donde Adolfo Hitler llegó al poder
con el nazismo en Alemania; claro que muchas personas desconocen que
el susodicho era austríaco de nacimiento.
Poco a poco, las
diferentes ramas familiares de al norte de los Pirineos fueron
poniendo la forma de ser española ante el espejo, para que
pudiésemos vernos, como ellos nos ven. La forma como nos ven como
colectividad, sin diferencias de ideas políticas, por encima de
clases sociales,... por muy españolito o independentista del no se
que,... aunque no nos guste hay un profundo sustrato muy común, que
está a la vista de nuestros hermanos europeos.
Debemos reconocer, que al
vernos ante el espejo de sus miradas, en muchas cosas nos hemos
reconocido:
1º) Los
españolitos hablamos siempre en imperativo. Nunca
pedimos las cosas con un por favor, ordenamos al otro interlocutor:
¡¡ponme un café!!, ¡¡sirveme una cerveza!! Con ello damos la
imagen de ser unos mandones, prepotentes, mal educados.
2º) Hablamos
con un tono de voz demasiado alto. Lo reconocemos esto
es verdad, y a nosotros nos sirve para escuchar conversaciones de
manera discreta y disimulada. No es raro que nuestros primos-hermanos
europeos piensen que estamos enfadados, o cabreados y descargamos esa
tensión en los demás. Idea que viene reforzada, con lo expresado en
el punto anterior.
3º) Siempre
tuteamos a todos. Es verdad, fue una idea educacional
de la dictadura franquista, el tuteo era una forma de igualar
socialmente a todos; el poderoso se ponía al nivel del pueblo,...
Las palabras como usted, señor, señora,... es muy difícil
escucharlas en una conversación normal. La ausencia de estas
formalidades de educación y convivencia en muchos países
centroeuropeos están muy cercanas a ser consideradas un insulto. A
nuestros hermanos americanos les cuesta mucho entender esto del tuteo
continuo y generalizado.
4º) En
España las cosas nunca se piden con un por favor y nunca se dice
gracias. Muy cierto, y otras muchas nunca dicen buenos
días, buenas tardes,... y no hablemos de decir gracias, como señal
de agradecimiento. Debemos reconocer, con mucho pesar, que el nivel
de educación y urbanidad en nuestra sociedad está en mínimos.
El problema es que
nuestros primos-hermanos europeos se nos están “españolizando”;
copian lo feo como el “botellón” que ya comienza a florecer en
alguna de sus ciudades. Luego algún interesado emprendedor lo
organiza en plan negocio como sucede en Magaluf (Mallorca); traemos a
jóvenes británicos a beber, beber, beber,... y que se emborrachen
con alcohol de mala calidad,...
Estamos potenciado lo
peor que tenemos como sociedad, y haciendo negocio con ello. ¡¡¡Cría
cuervos que te sacarán los ojos!!!
Cuidado con los tópicos,
esencialmente son mentiras. Pero, es importante cuidar las
formas y la educación para con los demás; sobre todo cuando salimos
de visita al extranjero; así como aprender las formas y usos
sociales de nuestros hermanos americanos o europeos. Ya hace muchos
años que aprendimos a quitarnos los zapatos al entrar en las casas
de nuestros familiares y amigos eslavos; somos respetuosos con ellos
y sus casas (atención: ¡¡vigilar que los calcetines no tengan
agujeros!!); hemos de reconocer que hemos adoptado el uso de esta
costumbre eslava, a la vida diaria de nuestros hogares.
Nuestro consejo para
todos los españolitos es: menos bravura hispana, más humildad y
educación; pero sobre todo aprender esos pequeños usos sociales que
tienen nuestros hermanos en sus países para aprenderlos y usarlos.
Por nuestra parte, ya
hace tiempo que entonamos el “mea culpa” y procuramos, o
intentamos, no caer en estos errores (u horrores) aquí descritos.
Mirador do Monte Ancos, a 13 de Setembro do 2.014.
Nereida
Laguna Dulce.
Directora Técnica de Mantenimiento de Acueductos del Consorcio
Estatal del Agua (Ciudad de Aguascalientes, Estado de
Aguascalientes, México).
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