Pisando
con cuidado.
Querido
señor Perro, es sabido que los de su especie y yo, debemos compartir
el mismo espacio urbano; no soy propietario de un congénere suyo.
Comprendo y entiendo que existan individuos de mi especie que sean
propietarios de cánidos, por diferentes motivos y usos.
Querido
señor Perro, al salir por la mañana, en esas horas tempranas en las
que aún duermen la mayoría de mis vecinos, nada más pisar la calle
mi pie se posa sobre un depósito de excrementos caninos que un
congénere suyo ha dejado en plena acera, y su dueño no ha tenido a
bien recoger. Existe la creencia entre los actores y artistas, que
pisar mierda trae buena suerte; como no soy persona dada a ciertas
creencias, no me gusta pisar mierda, sea de perro, de humano, de
vaca,... o del animal que sea.
Querido
señor Perro, comprendo que usted como ser vivo que es, tiene una
serie de necesidades fisiológicas que cumplir a lo largo del día;
algunas de las cuales las realiza durante el paseo que le da su
dueño; como es evacuar el contenido sólido de sus intestinos, dejar
su huella de orines en determinados lugares, como señal para sus
otros compañeros de especie. Yo también, a lo largo del día tengo
que buscar un tiempo para cumplir con estas necesidades tan
biológicas.
Querido
señor Perro, me gustaría que tuviera a bien educar a su dueño,
para que se acostumbrase a llevar unas bolsitas plásticas con las
que recoger sus heces, depositadas sobre la vía pública.
Debe usted ir acostumbrándolo a que recoger
sus excrementos es una obligación cívica que tiene para con usted
(su mascota) y para con el resto de los vecinos.
Querido
señor Perro, acepto todas su disculpas y los mil perdones que me
ofrece; le comprendo perfectamente, la culpa no es suya. Usted no ha
escogido a su dueño, no se lo han dado educado, y no hay centros de
formación para dueños de mascotas. Estamos de acuerdo en la
imposibilidad de poner un policía detrás de cada dueño de perro,
cuando ambos salen a dar su paseo,... es una cuestión de educación
y civismo, donde muchos cumplen, pero unos pocos no.
Querido
señor Perro, comprendo que usted es propiedad de su dueño; pero sus
cacas también son propiedad de su dueño y su responsabilidad; por
dueños incívicos no tenemos otros que practicar el deporte urbano
de “esquivar mierdas perrunas”.
Podríamos,
querido Sr. Perro, establecer el premio oficioso a la calle más
sucia por las cacas perrunas, y otorgarle el premio de “CACASTREET”
y otro al dueño más incívico, con el premio “CACACITIZEN”.
Mirador
do Monte Ancos, a 4 de Maio do 2.015.
Luciano
Respeta Nada. Director
adjunto del periódico “Foxnews” de Valdezorras (Sevilla;
España).
No hay comentarios:
Publicar un comentario